¿Cuál es la diferencia entre un limpiador ultrasónico acuoso y un desengrasante a vapor?
La mayoría de los desengrasantes ultrasónicos son sistemas de tanque único que contienen un líquido no inflamable de secado lento, como el agua, que se mejora con un jabón o un elemento de saponificación. Son máquinas simples, económicas y fáciles de usar. Sin embargo, no ofrecen limpieza de la más alta calidad porque no tienen manera de enjuagar la contaminación de las partes que se limpian.
Por el contrario, el desengrasante a vapor utiliza al menos dos tanques (también llamadas cámaras) dentro del sistema de lavado. Los tanques tienen diferentes nombres: una es la “cámara de ebullición”, donde se produce la limpieza, y la otra es la “cámara de enjuague”. Estos tanques se llenan con un líquido de limpieza no inflamable, no acuso y especializado, nunca con agua, y que está optimizado para el tipo de contaminación que se remueve. Existen muchas opciones para estos líquidos de limpieza, pero la mayoría de ellos tiene algunos rasgos en común: hierven a temperaturas relativamente bajas (en general 40 °C en lugar de 100 °C de agua) y tienen las características químicas adecuadas (tensión superficial, densidad, etc.) para ofrecer una limpieza crítica fácil y rápida.
Ahora bien, existen muchos matices en esta discusión, más de lo que podemos incorporar en estas preguntas frecuentes. Básicamente, las diferencias entre los líquidos de limpieza acuosos y los desengrasantes a vapor es que son como el día y la noche. La limpieza ultrasónica acuosa es económica, pero algo más lenta y limitada. El desengrasante a vapor es rápido, seguro, económico, constante y ofrece partes limpias de forma absolutamente perfecta y constante, todas las veces.
¿Cuán limpias deben estar las partes? Si necesita una limpieza perfecta, rápida, fácil, suave, segura y económica, entonces necesita un desengrasante a vapor.
